Al finalizar el curso pasado un grupo de jóvenes y adultos de la parroquia recibieron, de manos de nuestro obispo D. José Manuel, el sacramento de la Confirmación. Para los más jóvenes fue el día para el que tanto tiempo se habían preparado, y para los mayores, las catequesis preparatorias, fue un proceso de redescubrir la intensidad de su fe. Algunos de ellos están colaborando con la pastoral de la parroquia desde distintos ámbitos: catequistas, equipo de limpieza, etc. Pero el grupo de adultos continúa, al día de hoy, compartiendo su fe semanalmente, en un catecumenado de adultos, siguiendo la metodología de la Acción Católica Genera de adultos.
Esmeralda, una de las componentes de este grupo, comparte con nosotros su testimonio de fe.
“Mi recorrido ha sido de no creer en nada de nada, hasta ahora de tener una fe con la que estoy alucinada. mi madre me decía que era atea, porque no quería saber nada de la Iglesia, ni de estas cosas. Pero un día mi vida cambió. Mi hija empezó la catequesis para tomar la comunión, y a mí me gustaba ver en mi suegra la fuerza que tenía, a pesar de todo lo que había pasado y sufrido. Ella me decía que tenía mucha fe, y yo la observaba y me encantaba. Hasta que un día, no sé porque sentí algo especial y mi vida cambió. Me encontraba tan a gusto y me sentía tan bien cuando iba a misa que no me lo podía creer.
Cuando Manolo, nuestro párroco, anunció la convocatoria para las catequesis de Confirmación para adultos, dije esta es la oportunidad de darme el gusto a mí y a mi madre. Iba a las reuniones y salía con las “pilas cargadas” y llena de paz. Cada semana estoy deseando que llegue el domingo y la reunión semanal de los jueves para veros y seguir en el camino de la Fe.
Gracias a todos por estos días tan especiales”. Esmeralda
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