Instrúyeme, Señor en tus leyes (Sal 118)

sábado, 5 de septiembre de 2020

Sobre la Ermita de Belén

No se conoce la fecha de la creación de la ermita, en números documentos se habla de “tiempos inmemoriales”. Es de suponer que, desde los comienzos de la ermita, el culto en ella consistía fundamentalmente en la misa de los domingos y en la celebración de sus dos fiestas anuales: Nuestra Señora de Marzo (Encarnación) y Ntra. Señora de Septiembre (Belén), que nos habla la lápida de letra gótica caligráfica, propia de los siglos XIV-XV.

Ocasionalmente también se celebraba alguna velación de los esposos; primero contraían matrimonio en una parroquia y luego recibían una bendición especial (velación) en otro lugar. Así pasó con Alonso de la Ballesta y Melchora Ximénez, casados en Alhama en 1604; o el matrimonio de Celemente Barnés y Ana Hurtado celebrado en La Raya en 1653.

Los capellanes administraban el Viático y la Extremaunción a los enfermos, aunque no siempre les era posible por la lejanía de la ermita del lugar de residencia de los mismos. En 1824, el francisano Fr. Juan Fernández, informa al Cabildo de que en su tiempo como capellán se compraron las cosas necesarias para que los enfermos pudieran recibir el Viatico.

Con el tiempo se implantó la fiesta del Viernes de Dolores y que junto a la del 8 de septiembre, ambas al menos desde 1881, gozaban de novena, misa y sermón, como así lo registra el Libro Antiguo de los Mayordomos. Más tarde comenzó a procesionar la imagen de la Virgen de los Dolores en Viernes Santo; además se adquirió un Cristo yacente para que también participara en este día.

Para fomentar el culto y la devoción a la Virgen de Belén, al menos de finales del siglo XIX, los mayordomos se encargaron de editar estampas con su imagen. En el Libro Antiguo de los Mayordomos se incluye entre sus gastos; y casi todos los años, la impresión de litografías. Así entre 1883 y 1900 se hacen aproximadamente 8.000 estampas y entre este año y 1918 se reimprimen unas 9.000.  En 1918 se gasta en retratar a la Virgen 20 ptas. y en hacer un cliché para las estampas 15 ptas. Entre 1918 y 1926 se imprimen 7.400. En 1927 se vuelve a retratar a la Virgen y entre este año y 1934 se editan otras 7.600 estampas. A partir de 1939 se hacen casi todos los años entre 1.000 y 2.000 estampas. En 1942 se retrata la imagen nueva de la Virgen y se hace un cliché de la misma y lo mismo se repite en 1969.

En el Libro Antiguo de los Mayordomos también se recoge cada año, en el capítulo de los ingresos de la ermita, además del producto del olivar circundante a la ermita, las limosnas de los vecinos (principalmente consistente en donativos de trigo y cebada que recogen los mayordomos por las casas), el dinero de los cepillos de la ermita, las promesas que se hacen a la Virgen, las rifas de pollos, pavos, corderos y cerdos donados por los feligreses, las limosnas en dinero y lo recaudado en la bolsa, especialmente el día de la fiesta de la Virgen.

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