Instrúyeme, Señor en tus leyes (Sal 118)

martes, 2 de julio de 2024

TESTIMONIO DE LA PEREGRINACIÓN A LOURDES 2024

Hoy es día 2 de Julio de 2024. Ya hace unos días que volvimos de la peregrinación a Lourdes y la verdad es que no tengo claro si yo me quedé en Lourdes o Lourdes se vino conmigo.

Este año ha sido mi segundo año peregrinado, no diría que mejor que el primero, pero sí diferente, y no podría haberse mejorado de ninguna manera. En esta ocasión fui acompañado de mi tía, mi abuela y mi padrino; y compartir esta experiencia con ellos ha sido definitivamente algo mágico, fortaleces vínculos y vuelves cargado de historias que contar. Llevaba todo el año esperando que llegase el momento de montarnos en ese autobús y zarpar hacia aquel maravilloso lugar en el que los problemas desaparecen y, efectivamente, vas a "amar, dar y servir" porque olvidarse es algo imposible. Tanto es así, que las primeras palabras que les dije a mis padres en cuanto los vi, después de casi una semana sin verlos y a más de mil kilómetros, fueron: "El año que viene no hay opción a que yo no vuelva a Lourdes, Dios mediante".

Allí no solo encuentras a la Virgen en la Gruta, sino que ves a Dios en el rostro de cada una de las personas, sin importar si son hospitalarios, enfermos o peregrinos; pues todos llevamos en el uniforme una sonrisa plena y se respira un ambiente completamente familiar, conozcas o no a quien tienes al lado.

El mayor milagro que tiene lugar en Lourdes es que nosotros podamos ir a ayudar a los enfermos y animarlos, pues ese es el fin último del ser humano y para lo que ha sido creado: amar y ser amado.


Sin extenderme más, esta experiencia se resume en una sola palabra: inefable.


José Ramón López Cerón, 19 años.