Instrúyeme, Señor en tus leyes (Sal 118)

martes, 11 de julio de 2023

Testimonio de la Peregrinación a Lourdes 2023

 

Desde hace muchos años he estado escuchando experiencias de muchos peregrinos que iban a Lourdes, y la verdad es que me llamaban mucho la atención, pues cada testimonio que escuchaba no solo era diferente, sino que cada uno contaba que allí, en Lourdes, lo que viven es un milagro. Después de tantas experiencias escuchadas me animé a ir este año. 

En cuanto a mis padres, siempre mostraron su apoyo e ilusión en que yo fuera a esta peregrinación, y cuando me propusieron ir a Lourdes varios amigos de la parroquia su respuesta siempre fue Sí. 


El día de salida no sólo me impresionó la gran cantidad de personas que éramos, sino el ánimo y la ilusión de los que habían ido años anteriores desprendían y nos contagiaban a todos los que íbamos como primera vez.

En Lourdes conocí a muchos enfermos, y pude hablar con muchos de ellos. Blanca, Isabel y Rosario son algunas enfermas con las que estuve y hablé, cada una con una historia muy diferente, que por supuesto alguna que otra lágrima cayó mientras me las contaban. Ellas me han enseñado que Lourdes es una forma de vivir, y no sólo una simple peregrinación a un santuario. Ver a los enfermos bailar, reír, e incluso actuar es digno de celebrar como ellos mismos saben y hacen, pero compartir tiempo con ellos fue lo que más me llenó el corazón. 

Estar en la gruta y ver la imagen de la Virgen revolvió en mí todas esas historias de enfermos que acababa de conocer y ver la alegría que tienen al estar ahí el tiempo que fuese para ellos era el mayor de los milagros.

Allí pude ver cómo Dios está en los ojos del enfermo, y que verdaderamente todo lo que pasa en Lourdes es un milagro; comenzando en nuestro corazón.


Me llevo a casa una experiencia maravillosa, personas que a su manera tocan y llenan el alma, pero sobre todo a nuestra madre, la Virgen de Lourdes. 

 

Gema Antolino Serrano, 17 años.