Hoy es Quince de Agosto y nuestro corazón está en la Ermita Roca, que celebra sus centenarias fiestas en honor al Corazón de Jesús. Esto es una cosa que, para los sangonerenses, no se celebra solo durante estos días sino durante todo el año, y una prueba importante de ello lo tenemos en nuestro callejero.
De entre los odónimos de Sangonera la Seca, podemos destacar cinco calles cuyos nombres están relacionados con la Ermita Roca. Nombres que, curiosamente, se concentran en el barrio del Puntarrón, a excepción de la “Calle Gabriel Roca” que está en el casco urbano de Sangonera. Analicemos una por una, las razones de estas denominaciones:
CALLE
QUINCE DE AGOSTO
Quizás sea la más conocida, entre otras cosas por ser el callejón de entrada al, digamos, “casco antiguo” del Barrio del Puntarrón. Su nombre nos delata la fecha por excelencia de las fiestas mayores de Sangonera la Seca. El quince de agosto se celebra en nuestro pueblo, desde hace algo más de un siglo, las fiestas al Sagrado Corazón de Jesús, nuestro patrono. La Ermita Roca se engalana y viste de fiesta. Esta fecha, a pesar de no ser la festividad litúrgica del Sagrado Corazón, fue elegida por nuestros antepasados para celebrar en su ermita el final de la temporada de la siega y el descanso rural merecido. Más recientemente se convirtió en el momento elegido por los familiares que emigraron para regresar a sus orígenes y festejar a su protector: el Sagrado Corazón de Jesús.
CALLE CORAZÓN DE JESÚS
Justo frente a la calle anterior, al otro lado de la carretera, tenemos la Calle Corazón de Jesús. Está claro que es la calle dedicada a nuestro Santo Patrono. Pero esta calle tiene la curiosidad de ser la segunda con este nombre ubicada en Sangonera. La primera estuvo al otro lado del Camino de la Silla, frente a la empresa Cremades, hoy Término Municipal de Alcantarilla. Todavía conserva el nombre, pero al cambiar de pueblo, Sangonera la Seca quedaba sin el título de su Patrono entre la nomenclatura de sus calles. Fue entonces, cuando a principios de los noventa del pasado Siglo XX, la Junta Municipal colocó la Calle Corazón de Jesús en el Puntarrón.
Junto a la Rambla de las Salinas, antaño llamada “Rambla del Pino”, asciende la Calle Purísima. Esta es la forma que tenemos por aquí de llamar a la Inmaculada Madre de Dios, Patrona de España. Su imagen se halla en la Ermita Roca desde abril de 1941. Fue adquirida con los trabajos de unos jóvenes de la todavía rectoría del Sagrado Corazón, al escultor de Espinardo José Noguera Valverde. Representa al más puro estilo granadino la Concepción Inmaculada de la Virgen. Esta imagen recibe al Sagrado Corazón de Jesús cuando regresa en romería desde el pueblo cada mes de agosto y procesiona junto a Él en las fiestas de la Ermita Roca. Como curiosidad, cabe destacar que, aun siendo el quince de agosto el día por excelencia de las fiestas de la Ermita Roca y la festividad de la Asunción de la Virgen, fue una imagen de la Inmaculada la que prefirieron tener en el Altar. Nuestra “Parroquia Madre” fue la Purísima de El Palmar y el movimiento de las “Hijas de María” había llegado a Sangonera por aquel entonces. Puede que estos datos nos despejen las dudas al respecto de por qué una Purísima y no otra imagen de la Virgen María.
CALLE CURA MARIO ZAPLANA
Es, seguramente, la más desconocida y la más curiosa en relación con la historia de la Ermita Roca. Desconocida, por su situación, entre el Camino de la Almazara Blanca y la Calle Purísima del Puntarrón, por lo tanto, algo recóndita. Es curiosa, porque D. Mario Zaplana, era un padre jesuita que residía en el Monasterio de los Jerónimos de Guadalupe y llegó a Sangonera la Seca el 28 de noviembre de 1891, tan solo a bendecir la Ermita Roca, pero llegó por azar. No era él el encargado de bendecir la ermita, sino otro padre jesuita D. Modesto Marquínez. Este, por sentirse indispuesto y con facultad para ello, nombra a su compañero encargándole de la bendición e inauguración de nuestra pequeña ermita. Y así, por casualidad, el cura Mario Zaplana, se convirtió en parte de la historia de nuestro pueblo y, como tal, quedó reflejado en la primera década del año 2000, fecha en que se tituló esta calle por la Junta Municipal.
CALLE
GABRIEL ROCA
La última calle que nos ocupa, relacionada con la ermita de nuestro Patrono, no podía ser otra que la que homenajea a aquel que la fundó y del que saca su cariñoso apodo la “Ermita Roca”: la Calle Gabriel Roca. Situada entre las calles Picasso y San Pedro, en los confines de la zona urbana del casco de Sangonera la Seca, es, como ya dijimos más arriba, la única no situada en el Puntarrón. Está dedicada a D. Gabriel Roca Ametller, destacado vecino de Murcia y natural de Molins de Rei (Barcelona) que, queriendo hacer fortuna llegó a Murcia en el último tercio del Siglo XIX. Afincado y adinerado, junto con su esposa Dña. Javiera Garcerán y Sánchez Solís, erigió en 1891, adosada a su casa en la hacienda que poseía en Sangonera la Seca, Parroquia de El Palmar, una capilla con intención de que fuera pública y que puso bajo la advocación del Sagrado Corazón de Jesús. Con el tiempo, el pueblo de Sangonera lo conocería familiarmente como “el Tío Roca”… hasta hoy. A la hora de nombrar esta calle se discutió si nombrarla “Gabriel Roca” o “Tío Roca”. Se optó por la opción menos coloquial, aunque todo el mundo a estas alturas ya sabe que D. Gabriel es el Tío Roca.
Otros
muchos nombres relacionados con nuestra histórica ermita podían engrosar
nuestro callejero, pues todos ellos pertenecen a gentes que dejaron su huella en
nuestro pueblo y justo sería el reconocerlo. Quizás el tiempo y la gratitud los
grabe para siempre en el discurrir cotidiano.